Las lágrimas retumban, no resbalan, el corazón se hace un nudo, que no me deja respirar, todas mis emociones se me clavan en la espalda sin dejarme respirar, y al mismo tiempo, es maravilloso sentir, poder liberarme de esta pena, de este dolor,soy afortunada, se afrontar el dolor y no todo el mundo está capacitado para ello.
Se nos educa desde pequeños para que no lloremos, para que seamos fuertes y orgullosos, para no defraudar a nadie jamás, y después eso nos pasa factura,yo hoy le he visto partir, ha sido lo más doloroso, mi cuerpo y mi alma se resistían a ello, luchaban contra la pérdida, pero ahora mismo siento liberación, miedo, y respaldo de todo el mundo a mi alrededor a los que al parecer siendo vulnerable, sentimental, pasional, y nada fría, no les he defraudado por que cuento con todos ellos.Gracias
martes, 15 de noviembre de 2011
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