Ocurre aveces que no vemos lo evidente, que nos quedamos en la superficie, en el martirio y en el sufrimiento innecesario que nos provocan las dudas.
Sucede a menudo que las pistas son bien claras y nosotros no queremos verlas, que el mensaje es evidente pero sin el paso de los años y la distancia solo veremos lo que queremos ver.
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Hoy veo una realidad que mañana será distinta, hoy interpreto sus palabras como gestos instantáneos y sus silencios como puñales y evidencias, y es más bien al revés aunque aún no consiga verlo, ya que sus silencios no comprometen sus palabras, las corroboran, ya que sus palabras se escaparon de madrugada y sus suspiros hacia mi, no son más que sufrimiento de alguien que no quiere sentir, que sigue sin entender, y que está en medio de un proceso interior lento y complicado que yo no puedo sanar, ni parar.
ResponderEliminarHoy se desde aquí que no es suficiente que lo sientas, que yo también estoy en mi proceso, que necesito mucho tiempo para sanarme, y que tengo que cuidarme mucho de mi misma y mis arrebatos.