lunes, 28 de diciembre de 2009

tratando de no fallar

Por mucho que trate de no recordarte estás en cada instante en mi pensamiento, cada cosa que hago me trae un recuerdo tuyo, o cercano a ti, cada día intento disimular delante de mi misma queriendo creerme que ya no te echo de menos, pero luego, llega la noche y con ella la melancolía, con ella me descubro y ya no puedo ocultarte, sigues ahí, en todos y cada unos de mis pensamientos, y no se como hacer para borrarte, que puedo hacer para que no me duela tanto, para poder seguir sin pensar a cada instante que es lo que hice mal, o que no me mate la idea de que le des a otra lo que un día fue mío.
Y aún así se que nunca podrá ser, que eso ya fue, y ya se esfumó sin poderlo evitar, que nunca más estarás de esa forma en mi vida, y me cuesta mucho imaginar que pueda haber otra en la que te quiera en ella. Que dolor más grande, que no me deja respirar, pensando en tus abrazos y no poderte abrazar.
Saber que es el final es lo más doloroso de todo, y es que o sigo adelante o me hundo en nuestro amor, y es un precio que no estoy dispuesta a pagar, quiero volver a amar, y aún así quiero aprender a estar sola, es la única forma de conocerme a mi misma.
Estoy tan dividida, mi mente y mi corazón, uno me grita que le duele todo, que no quiere sufrir y se sigue agarrando a la esperanza de lo imposible con tal de no soportar que ya no estas, que es el final, y me martiriza a cada instante recordándote, el otro aunque le duele, y te añora me recuerda que algo habrá en mi camino hacia mi misma mucho mas valioso de lo que nunca he visto, que este camino solo lo puedo recorrer sola y es una gran oportunidad para poder crecer y ver los horizontes que aún no puedo divisar. Y además algún día si voy por el camino correcto me puedo volver a enamorar con todo otra vez, ¿te imaginas? volver a empezar, sentir ese cosquilleo, esas ganas de verle, conocerle, descubrir, aceptar, y quien sabe quizás vaya casi tan bien como ha ido contigo, aunque otra vez volviera donde estoy ahora, valdría la pena.
Valdría la pena penar.
9 años de mi vida entregados a quererte, no va a ser nada fácil, pero bueno nada lo es… Aquí sigo, intentándolo.

abriendo nuevos caminos

Abriendo nuevos caminos

Dejarme llevar por el dolor que invade mi angustia es sencillo, es fácil llenarme de la pena que cubre mis ojos, lo difícil, lo realmente complicado es cambiar de rumbo, empezar de cero y serme sincera desde el dolor de mis heridas.

Yo sé con certeza que no iba a funcionar, que lo que fue se quedó en eso, en el pasado, que la historia que tuve fue maravillosa, que lo que me hace sufrir y recordarle, es lo bonito y maravilloso de mi relación, que lo amargo se me ha olvidado, con lo que este mecanismo tan humano de recordar solo los buenos momentos se vuelve irremediablemente en mi contra. Y aún así me paro a pensar, en no martirizarme con las culpas que no sirven, que la relación murió, que fue porque hicimos lo que pudimos, no supimos hacerlo de otro modo, que quisimos con fuerza que fuera bien, que nos quisimos, pero no fue suficiente, y es que hacemos lo que podemos, no sabemos la respuesta a todo, ni podemos medir las consecuencias de todos nuestros actos, solo cuando haces las cosas con amor te quedas con la satisfacción de que ocurra lo que ocurra lo hiciste como mejor supiste.

Quisiera odiarle si eso me ayudara a sobrellevar el dolor que llevo dentro, si con eso mi culpa y mi angustia se esfumaran, pero el odio, que a veces me surge hacia él es en realidad un símbolo de rebeldía de mi corazón, que no quiere sufrir más. Pero ese odio solo me hace más daño, así que aunque no me parece bien como lo hizo, ni lo que me hizo, le perdono, y le puedo hasta entender aunque no lo comparta.

Ya no habrá nada más, aunque hay momentos que me muero por querer tener siquiera esperanza en lo nuestro, pero ya no hay nada nuestro, no existe eso que tuvimos, y nunca más podrá ser. Tengo que hacer mi camino, el amor es el único que puede salvarme, el amor por mi misma, por mi familia, por mis amigos y por lo que quiero hacer con mi vida.

Es el principio de muchos caminos, de nuevas sendas, de nuevos inicios, de la libertad que me da estar tan suelta, de recorrer caricias hacia mi misma y de esforzarme por aprender en saber quien soy, en no buscarme en otros dándoles a ellos el poder de juzgarme. Para saber quien soy quiero centrarme en mí.

domingo, 24 de mayo de 2009

que quiero yo


¿Qué quiero yo?
Quiero encontrarme a mi misma e intento erróneamente hacerlo en los demás.
Quiero aprender a estar sola y busco continuamente apoyo de otros.
Quiero aprender de mis pérdidas y no dejo que se vayan de mi lado.
Quiero ser una mujer resuelta y pido a los demás que me entiendan para entenderme yo
Quiero escapar de esto y todo esto me lo llevaré conmigo donde vaya.
Quiero crecer como persona y no dejo de bloquear mi proceso.
Quiero trabajar de psicóloga y me da miedo hacerlo.
Quiero no depender de nadie y me involucro en relaciones que no llevan a nada.
Quiero volar y ahogo mis alas en las lágrimas del miedo.
Quiero superar mis miedos y a la vez me sirven de excusa y paraguas para las tormentas de mi conciencia.
Quiero atreverme a adentrarme en mi vida y me aferro a lo más básico sin cuestionarme que lo material viene y va.